"El arte auténtico es el que responde necesariamente a la sociedad de la cual surge, y que constituye una respuesta reactuante con esa realidad, para mí ese es el único arte que tiene importancia."
Ricardo Carpani nació el 11 de febrero de 1930 en el Tigre, Provincia de Buenos Aires y falleció el 9 de septiembre de 1997 en Buenos Aires. Fue un artista que concibió el arte como una acción militante, que supo que un artista para ser tal debe comprometerse con su tiempo y con la causa del pueblo.
En 1959 conformó el Movimiento Espartaco junto a otros artistas plásticos. Desde este grupo se planteó la necesidad de un arte con raíces en el país y que estuviera atento a las necesidades y la lucha del pueblo trabajador. El Movimiento hacía su aparición anunciando el fin del artista inmune a la realidad, preocupado con exclusividad por una estética vacía. De alguna manera tomaba la tradición del Grupo Boedo haciendo su opción por los trabajadores, pero a su vez introduciendo como tema central la cuestión nacional y ponía en el tapete el accionar del imperialismo en América Latina.
Carpani planteaba un arte representativo de nuestra realidad, un arte auténtico, en este caso un arte nacional latinoamericano y revolucionario. En su manifiesto, escrito por él, decía:
También escribió varios libros: “Arte y revolución en América Latina”, “La Política en el Arte”, “Nacionalismo burgués y Nacionalismo revolucionario”, “ Nacionalismo, Peronismo y Socialismo Nacional”, “Estrategia y revolución”, “Arte y militancia” y también lo hizo en semanario de la CGT de los Argentinos que dirigiera Rodolfo Walsh.
En 1959 conformó el Movimiento Espartaco junto a otros artistas plásticos. Desde este grupo se planteó la necesidad de un arte con raíces en el país y que estuviera atento a las necesidades y la lucha del pueblo trabajador. El Movimiento hacía su aparición anunciando el fin del artista inmune a la realidad, preocupado con exclusividad por una estética vacía. De alguna manera tomaba la tradición del Grupo Boedo haciendo su opción por los trabajadores, pero a su vez introduciendo como tema central la cuestión nacional y ponía en el tapete el accionar del imperialismo en América Latina.
Carpani planteaba un arte representativo de nuestra realidad, un arte auténtico, en este caso un arte nacional latinoamericano y revolucionario. En su manifiesto, escrito por él, decía:
También escribió varios libros: “Arte y revolución en América Latina”, “La Política en el Arte”, “Nacionalismo burgués y Nacionalismo revolucionario”, “ Nacionalismo, Peronismo y Socialismo Nacional”, “Estrategia y revolución”, “Arte y militancia” y también lo hizo en semanario de la CGT de los Argentinos que dirigiera Rodolfo Walsh.
“Podría decirse que el arte es utopía pura porque uno está creando mundos. Y en esos nuevos mundos depositamos nuestras ilusiones. Depositamos nuestras utopías en las obras que crean nuevos mundos. Y así le damos vigencia a esas utopías, vigencia social. En ese sentido, pienso que sí, en determinadas épocas, el último refugio que le queda a las utopías es el de la creación artística.”
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