"las Redes Sociales siempre han existido, pero las TIC le han dado poder y alas para generar comunidades de práctica"
Fernando Santamaría
Fernando Santamaría
Las redes sociales virtuales permiten acceder a espacios antes imposibles para muchos, no solo por distancias físicas sino también económicas, culturales e incluso desconocimiento de que esos espacios existían. La tecnología permite vincularse con otros que a su vez son parte de redes y así interrelacionarnos. La escuela debería valerse de esas redes para generar espacios de trabajo colaborativo y para propiciar el empoderamiento de un espacio de participación y gestión social muy importante. Las redes virtuales no son más que una extensión pero sin fronteras ni limitaciones de ningún tipo de redes sociales emergentes. Cuando se piensa en colectivo las redes sociales son una herramienta de construcción colectiva y ese uso, que no es el más difundido, es una de las posibilidades que tiene la escuela de potenciar. Creo que Santamaría habla un poco de eso, de las redes sociales que ahora pueden ser también virtuales pero que históricamente los colectivos han generado en pos de una causa común. Cualquier forma de organización otorga poder como posibildad y alas como forma de expansión.
En estos tiempos maravillosos en los que nos toca vivir donde las transformaciones políticas son verdaderas y contundentes, la educación es el gran motor de cambio. No podemos ni debemos dejar pasar esta oportunidad histórica de ser participes y protagonistas del cambio. Los jóvenes ya no como futuro sino como presente. Hoy los jóvenes participan más que nunca en redes sociales reales como son los centros de estudiantes, los clubes de barrio, las organizaciones gremiales y políticas. A eso se le suma que hace rato que se relacionan y organizan a traves de redes sociales virtuales como Facebook y Twitter. Los docentes, muchos de ellos jóvenes tampoco son ajenos a este fenómeno pero pareciera que llevar lo que en la vida se hace a la escuela no es políticamente correcto. Bueno, estos no son tiempos de corrección política ni de guardar formas. Son tiempos en que hay que animarse a ser transgresores y políticamente incorrectos porque sólo así se puede transformar la realidad. Hay que perder el miedo al que dirá el colega, el directivo o el inspector. Si ellos no están a tono con el tiempo que les toca vivir que se actualicen. Puede pasar que te miren como a un "bicho raro" pero la experiencia me ha demostrado que somos muchos los bichos raros y que es contagioso serlo.
Hay varias experiencias que muestran que usar las redes sociales reales incentivan el interés y la participación de los jóvenes. El programa Jóvenes y Memoria es una muestra de ello, las agrupaciones políticas kirchneristas es otra. El legado de Néstor Kirchner es ese, haber demostrado que los jóvenes sí tenían ganas de participar y podían ser protagonistas de la historia. Él les dio la oportunidad de serlo. En educación esto también es así, cuando se los considera capaces son capaces, cuando se les da la palabra la usan bien, hay que escucharlos. Cuando no se los estigmatiza y se los convoca desde la confianza y el afecto el resultado es siempre asombroso.
La educación tiene que incorporar las redes sociales reales y también las virtuales al escenario escolar si no quiere quedar fuera de la historia. No bloqueemos las páginas donde se escribe la historia. Si pareciera que nuestros alumnos van más rápido, nos llevan ventaja con la tecnología habrá que correr para alcanzarlos, no los frenemos, no los detengamos. Dejémoslos avanzar y avancemos junto a ellos.
En este momento los docentes somos fundamentales. Especialmente los que apoyamos y estamos comprometidos con este modelo político nacional y popular. Estemos a la altura del momento histórico que nos toca vivir.
Quien quiera oir que oiga.
En estos tiempos maravillosos en los que nos toca vivir donde las transformaciones políticas son verdaderas y contundentes, la educación es el gran motor de cambio. No podemos ni debemos dejar pasar esta oportunidad histórica de ser participes y protagonistas del cambio. Los jóvenes ya no como futuro sino como presente. Hoy los jóvenes participan más que nunca en redes sociales reales como son los centros de estudiantes, los clubes de barrio, las organizaciones gremiales y políticas. A eso se le suma que hace rato que se relacionan y organizan a traves de redes sociales virtuales como Facebook y Twitter. Los docentes, muchos de ellos jóvenes tampoco son ajenos a este fenómeno pero pareciera que llevar lo que en la vida se hace a la escuela no es políticamente correcto. Bueno, estos no son tiempos de corrección política ni de guardar formas. Son tiempos en que hay que animarse a ser transgresores y políticamente incorrectos porque sólo así se puede transformar la realidad. Hay que perder el miedo al que dirá el colega, el directivo o el inspector. Si ellos no están a tono con el tiempo que les toca vivir que se actualicen. Puede pasar que te miren como a un "bicho raro" pero la experiencia me ha demostrado que somos muchos los bichos raros y que es contagioso serlo.
Hay varias experiencias que muestran que usar las redes sociales reales incentivan el interés y la participación de los jóvenes. El programa Jóvenes y Memoria es una muestra de ello, las agrupaciones políticas kirchneristas es otra. El legado de Néstor Kirchner es ese, haber demostrado que los jóvenes sí tenían ganas de participar y podían ser protagonistas de la historia. Él les dio la oportunidad de serlo. En educación esto también es así, cuando se los considera capaces son capaces, cuando se les da la palabra la usan bien, hay que escucharlos. Cuando no se los estigmatiza y se los convoca desde la confianza y el afecto el resultado es siempre asombroso.
La educación tiene que incorporar las redes sociales reales y también las virtuales al escenario escolar si no quiere quedar fuera de la historia. No bloqueemos las páginas donde se escribe la historia. Si pareciera que nuestros alumnos van más rápido, nos llevan ventaja con la tecnología habrá que correr para alcanzarlos, no los frenemos, no los detengamos. Dejémoslos avanzar y avancemos junto a ellos.
En este momento los docentes somos fundamentales. Especialmente los que apoyamos y estamos comprometidos con este modelo político nacional y popular. Estemos a la altura del momento histórico que nos toca vivir.
Quien quiera oir que oiga.
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