Por Silvina Rosignoli
Las redes sociales, en especial Facebook y luego Twitter son la forma de socialización más extendida y usada actualmente no solo por jóvenes sino también por adultos. El uso que se le da no varía según la edad sino según los intereses de cada uno o en función de sus grupos de pertenencia. Por ejemplo, muchos jóvenes (en general hasta los 17 años) solo las utilizan para jugar, subir fotos y compartir videos y música con sus amigos y compañeros del ámbito extra virtual, otros además les suman los contactos que genera la misma red. Esto es algo que también hacen los adultos aunque son, a veces, más reacios a comunicarse o aceptar a personas que no conocen personalmente. Otros jóvenes (generalmente de más de 17 años) y adultos las utilizan, y esto está cada vez más extendido, para compartir sus opiniones sobre temas de actualidad, las utilizan como ámbito de información y participación ciudadana e incluso se contactan y participan en organizaciones culturales, sociales y políticas partiendo de las redes Twitter y/o Facebook. Pero no se agotan en ellas sino que son un puente para acceder a actividades fuera del ámbito 'on line' , es decir presenciales.
Es interesante el hecho de que Facebook esté cambiando la forma de informarse de gran parte de sus usuarios que llegan a las noticias a partir de lo que sus contactos comparten en sus muros. Es decir no van directamente al diario en su versión digital (recordemos que ya hace tiempo que no es la versión impresa la más usada por los lectores de diarios para informarse sino las ediciones ‘on line’) sino que llegan a ellos por medio de los artículos que desde el Facebook se comparten y a su vez ellos comparten. Esto no solo les permite lectura y replicación del artículo sino compartir también y en simultaneo su mirada sobre el tema e incluso debatirla con sus contactos. Esto hace que los muros se conviertan en especies de miniblogs personales con el beneficio de la inmediatez de la respuesta. Muchos blogueros comparten sus notas de sus Blog en su muro de Facebook y también las twittean. Esta práctica que es muy usada por periodistas, políticos y referentes sociales e intelectuales cada vez se extiende más entre los usuarios de las redes sociales analizadas. Incluso se advierte que el uso del Blog ha disminuido en relación con el crecimiento de Facebook.
Esto lleva a considerar que en lo educativo las redes sociales y en especial Facebook deben ser tenidas en cuenta por la riqueza de posibilidades que proponen y permiten. Podría proponérsele a los estudiantes de Historia, por ejemplo, abrirle un usuario a un personaje histórico que se esté estudiando o a un hecho que se investiga y armarle la página, grupo o usuario de Facebook. En lo referido a la Construcción de ciudadanía o formación Política y de Derechos Humanos es muy interesante el uso que hacen las organizaciones. El programa Jóvenes y Memoria tiene su Facebook que es diariamente visitado por decenas de docentes y alumnos. Este último 24 de marzo el Ministerio de Educación de la Nación ha difundido un afiche sobre Justicia y memoria con el formato de un muro de Facebook y muchos jóvenes han participado del muro de páginas de esta red social sobre este tema. Lo mismo puede hacerse en Literatura con los personajes de ficción, los escritores, los movimientos literarios o los géneros. Cito estás disciplinas porque son con las que trabajo pero la creatividad y la imaginación pueden aplicarse también a otras. Buscar, producir y subir videos, fotos, escribir notas y comentarios que llenen el muro de ese personaje, tema o lo que se haya propuesto trabajar requiere de una tarea de lectura e investigación, análisis y producción de contenidos mucho más compleja que los clásicos cuestionarios a los que algunos docente están acostumbrados. Incluso permite debatir e intercambiar miradas entre los miembros del grupo o curso inicial y otros que se puedan sumar de otras instituciones educativas, o no, porque precisamente la riqueza está en que se puede socializar con todos los que queramos sumar o hacerlo abierto a todos los usuarios de la red.
Voy a poner un ejemplo práctico que he concretado en el año 2010 con un curso de estudiantes secundarios a los que tenía a cargo en el área de Prácticas del lenguaje. Trabajamos poesía a partir de formar un grupo en Facebook dedicado a poesías de autores argentinos desaparecidos. Los miembros del grupo inicialmente eran alumnos de mi curso pero luego, si bien el grupo era cerrado por decisión de los alumnos, fui invitando otras personas a formar parte, jóvenes de otros ámbitos y adultos que gustaban de la poesía. Esto hizo que el intercambio se enriqueciera y que el tema inicial se transformara y el grupo se conformó como un grupo de poesía en el que todos compartíamos y opinábamos sobre el tema, incluso se animaban a publicar producciones poéticas propias. Esto que comenzó como una actividad escolar terminó siendo un ámbito de participación y comunicación en el cual la poesía nos convoca, durante las vacaciones e incluso hasta hoy. Aunque no todos los alumnos siguen participando hay un grupo que lee e incluso sube alguna poesía un año después.
En lo personal estoy convencida que como ciudadanos la redes sociales nos permiten ejercer nuestra ciudadanía, conocer las múltiples posibilidades de participación que tenemos y acceder a la información, el conocimiento y el debate en forma más democrática y dinámica. La escuela no debería desaprovechar esta herramienta que los jóvenes conocen, utilizan y disfrutan. Para ello los docentes deben convencerse de que ya no funcionan los modelos pedagógicos que consideran la educación como la transmisión de conocimientos en forma lineal y asimétrica donde el profesor es el que sabe y el alumno es el falto de luz al cual el docente va a iluminar. La educación hoy es un ida y vuelta, es la construcción de conocimiento en forma colectiva donde todos aprendemos juntos y todos tenemos luces que iluminan el camino a recorrer. Camino que siempre es mejor transitarlo junto a otros y que nunca es único y siempre se lo puede mejorar.
Facebook y Twitter forman parte de nuestra vidas y la escuela tiene que también formar parte y no ser un trámite por el cual no nos quede más remedio que pasar. En esto los docentes somos fundamentales.
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