sábado, 29 de enero de 2011

El Militante, Ignacio Copani



De pantalón con tirantes
ahí va el militante de la resistencia.
Tira algo más que un volante,
se arrastra sangrante por el basural.

Ay ay ay ay… Lucharé y cuando vuelva,
voy a curarme con mi general.

Palos de porte importante
siente el militante sobre la cabeza.
Largo bastón vigilante
por las escaleras de la facultad.

Ay ay ay ay… Volveré a la trinchera,
cuando me suelten de La Federal.
Cuando se encuentre la América entera
armándose en ¨un, dos, tres, muchos Vietnam¨.
Ay ay ay ay… qué nos espera…
Llega el setenta y el Che ya no está.

Luz y fervor de estudiante
lleva el militante al alzar su bandera.
Va del local a la escuela,
va a citas a ciegas por cualquier ciudad.

Ay ay ay ay… La piba más buena
y el más brillante del barrio se van.
No sé sus nombres reales, apenas
sé que hoy a la noche los veo en un bar.

Ay ay ay ay… Noche de pena
y hermanos que no volvieron jamás.

Cantan y abrazan flamantes
nuevos militantes por nuestra vereda.
Casa por casa regresan
quitando las viejas espinas del mal.

Ay ay ay ay… Las flores nuevas
pese a quien pese reverdecerán.
No hay bala que mate a la primavera
ni patria que pueda otra muerte aguantar.

Ay ay ay ay… Acá no hay recompensa.
Pobre el que piensa que puede escalar.
Horizontal, con su historia y su entrega…
Un militante no es un militar.

Ignacio Copani

La relación medios, discurso, poder en 1984

por Silvina Rosignoli


"La telepantalla recibía y transmitía a un mismo tiempo. Cualquier palabra que pronunciara Winston, como no fuera en voz muy baja sería captada de inmediato por el aparato; todavía más mientras permaneciera dentro del campo visual de la placa metálica, podía ser visto a la vez que oído. Desde luego, no existía medio de comprobar en un momento dado si era un objeto de vigilancia o no, como tampoco resultaba posible determinar el sistema de que se valía la Policía del Pensamiento para intervenir los aparatos particulares o determinar la frecuencia con que lo hacía. Lo probable era que la vigilancia se ejerciera sobre todo el mundo y a todas horas del día y de la noche. Por supuesto, podían intervenir a voluntad en cualquier aparato de los domicilios particulares. Había que vivir -y se vivía por fuerza de una costumbre hecha instinto- como acechado en todo momento por ojos invisibles, salvo en la oscuridad más absoluta, y como si cada sonido emitido fuera captado por oídos extraños."


En 1948, George Orwell escribió la novela 1984 Allí se muestra un mundo futuro, en el que los adelantos tecnológicos producirían bienestar, sin embargo la pretendida utopía sólo ha producido un Estado totalitario que, con base en esa alta tecnología, vigila a los ciudadanos para conseguir su meta: crear una comunidad uniforme aniquilando cualquier posibilidad de pensamiento independiente. El planteamiento del texto es que esto se logrará en la medida en que se pueda manipular el lenguaje, para eliminar del discurso humano la capacidad de expresar los múltiples matices que hay en la mente humana. La vigilancia se lleva a cabo por medio de la televisión, aparato que los ciudadanos no tienen derecho a apagar, y que mira y escucha al espectador mientras transmite imágenes y habla incesantemente.

La distopía de Orwell es muy útil para comprender las diferentes formas de poder que enuncia Thompson en su libro Los media y la modernidad. El poder simbólico, aquel que crea los acontecimientos reales, que influye en las acciones de los otros e interviene en el transcurso de los acontecimientos está en manos del Ministerio de la Verdad (lugar donde trabaja el protagonista) y se encarga de escribir la historia de acuerdo a las necesidades del momento. El poder político es ejercido por el Hermano Grande cuya autoridad todos aceptan (finalmente Winston también lo hará) y que se vale de los medios y la tecnología para controlarlo todo. La Policía del Pensamiento juega el doble rol de vigilar lo que los ciudadanos piensan pero también es a cargo de quien está el poder coercitivo que utiliza la fuerza para someter al que no se adapta al sistema. Cabe destacar que las desapariciones de personas y los métodos de tortura que se describen en 1984 remiten a lo que la Argentina padeció durante la última Dictadura militar. Un conjunto de fuerzas que son funcionales y necesarias para sostener el poder económico sobre el que se erige la sociedad.

Otro aspecto muy interesante del libro es la Neohabla que se funda en el Doblepensar, es decir, "la facultad de albergar dos creencias contradictorias admitiendo ambas a la vez". El doblepensar constituye la médula del sistema ya que cualquier recuerdo que no responda a las conveniencias es desechado pero si en otro momento fuera necesario extraerlo del olvido no habría inconveniente en hacerlo. En la Neohabla el vocabulario se reduce a los términos de imprescindible uso y se sacrifica la gramática en función de la simplificación de la lengua. El objetivo de la Neohabla era, no la ampliación sino la limitación del pensamiento. Al considerar los cambios que se producen en el lenguaje de los jóvenes (aunque como veremos también afecta a algunos adultos) a partir del uso de nuevas tecnologías (chat o el mensaje de texto) y los conflictos lingüísticos que tienen a la hora de comunicar sus ideas o producir textos académicos, la obra de Orwell parece aportar una posible interpretación. Veamos algún ejemplo de esta nueva lengua: la existencia del término bueno hace innecesario el vocablo malo, ya que lo malo puede considerarse como lo no bueno. (Cualquier similitud con el término "no positivo para evitar decir "voto en contra" de un Vicepresidente actual poniendo de manifiesto su doblepensar es pura coincidencia).

Siguiendo a Barbero[1] podemos decir que hay un proceso de dominación a través de la palabra: quien posee el discurso dominante tiene el poder. Los discursos no van por fuera de los conflictos históricos, sino que son estos los que los engendran y cargan de sentido. Toda palabra tiene consecuencias sociales. No cualquiera puede hablar: el discurso tiene jerarquías y necesita ser legitimado , dice Martín-Barbero que el poder es lograr que se acepte respirable lo que asfixia. En este libro se puede ver cómo quien detenta el poder no es solo dueño del presente, sino que también controla el pasado que es la garantía para adueñarse del futuro. Orwell presenta una sociedad en la que un Estado totalitario controla todo, incluso el pensamiento. En las sociedades liberales y democráticas ese poder de Policía del Pensamiento está en manos de los medios de comunicación, que al ser monopólicos y presentar un discurso homogéneo construyen un pensamiento hegemónico, para someter a las mayorías a su lógica. Esa lógica que es la que alimenta el sistema capitalista convierte en mercancía todo. Aunque lo haga en forma encubierta ya que se presenta a la información como una verdad absoluta, adquiere el carácter de mito, como relato sagrado, no discutible.

Orwell presenta un mundo donde la información se cambia según los intereses del momento, siempre se vive en guerra y aunque este enemigo a veces cambia, el manejo de la información es tal, que uno siempre cree que el enemigo es el mismo. Un mundo en el que se convence a partir de la reiteración que La guerra es la paz, La libertad es esclavitud y La ignorancia es la fuerza.

A continuación dejo el enlace a un fragmento de la película homónima que ilustra la angustia de Winston , el protagonista, que ha logrado comprender cómo se articula el sistema del cual él es una pieza más. 1984 (la película)

Al finalizar el libro tanto su protagonista como los lectores comprenderán que quien tiene el poder tiene el dominio de la palabra y esto es lo que le confiere tal poder. Todo intento de subversión está previsto y es controlado. El triunfo sobre sí mismo de Winston fue amar al Hermano Grande que todo controla. ¿Nos resignaremos nosotros también a aceptar y no cuestionar la realidad construida por los medios de comunicación?


[1] Martín Barbero, Jesús. “De la transparencia del mensaje a la opacidad del discurso”

Mediatización de la cultura: Mundo Feliz

por Silvina Rosignoli

En 1932, Aldous HuxleyMundo feliz. Si analizamos este libro a partir de Guy Debord1 veremos como todo está condicionado para que se convierta en espectáculo, una vida de la cual ni siquiera son dueños los hombres porque ellos mismos son genéticamente condicionados y socialmente predestinados para encajar en el sistema. Una sociedad que produce y consume, que funda su felicidad en la ausencia de cuestionamientos y si estos afloran hay una droga que los sofoca. Una sociedad donde la tecnología soluciona todo y no se concibe otra forma de vida más que la mediada por la ciencia. Aquellos que no se adaptan son desterrados y confinados a la Reserva Salvaje. Lo que no encaja en este sistema perverso es barbarie. El plateo de Huxley es el de un mundo regido por el consumo y el condicionamiento (inclusive antes del nacimiento) de la gente para que sea "feliz". Un ser "feliz" carente de libertad de elección, pensamiento y sentimiento. El control se ejerce provocando placer y es precisamente eso que se adora lo que destruye la humanidad y convierte al hombre en un alienado. En Mundo Feliz se mantiene a la gente ocupada y divertida en todo momento, no hay guerras, hay espectáculos a disposición todo el tiempo, raciones de soma y orgías. Se domina a la población satisfaciendo sus apetitos, se evita que piensen manteniéndolos entretenidos todo el tiempo. El momento actual se asemeja bastante a ese mundo feliz en el que todo es espectacular. escribió su distopía

Guy Debord afirma: “ El espectáculo se presenta como una enorme positividad indiscutible e inaccesible. No dice más que lo que aparece es bueno, lo que es bueno aparece. La actitud que exige por principio es esta aceptación pasiva que ya ha obtenido de hecho por su forma de aparecer sin réplica, por su monopolio de la apariencia. La sociedad que reposa sobre la industria moderna no es fortuita o superficialmente espectacular, sino fundamentalmente espectaculista. En el espectáculo, imagen de la economía reinante, el fin no existe, el desarrollo lo es todo. El espectáculo no quiere llegar a nada más que a sí mismo.” El mundo imaginado por Huxley muestra una sociedad donde todo parece perfecto, la gente ama su opresión, adora las tecnologías que anulan su capacidad para pensar, hay un exceso de información pero es irrelevante, los ciudadanos aceptan con pasividad y están sumergidos en un mundo de sensaciones que lo mantienen en lo superficial. El control se ejerce pero a través del placer, del entretenimiento. La sociedad se rige por el método de producción en serie, el tiempo se divide en un antes y un después de Henry Ford. Todo se produce como mercancía, incluso las personas, la reproducción natural está controlada y es en un laboratorio donde se crean hombres y mujeres con determinadas condiciones y características, de la misma manera en que se fabrican autos o cualquier otro objeto. El consumo, el entretenimiento, la diversión y el confort son valores en ese mundo que mucho se parece a nuestro mundo.

Un fragmento de la obra muestra como la tecnología se pone al servicio del consumo: "Es curioso pensar, que hasta los tiempos de Nuestro Ford la mayoría de los juegos se jugaban sin más aparatos que una o dos pelotas, unos pocos palos y a veces una red. Imaginen la locura que representa permitir que la gente se entregue a juegos complicados que en nada aumentan el consumo. Pura locura. Actualmente los Interventores no aprueban ningún nuevo juego, a menos que pueda demostrarse que exige cuando menos tantos aparatos como el más complicado de los juegos ya existentes"

Respecto a la tecnología Silverstone2 considera que es nuestra manera de encarar la realidad. Afirma que “Los usuarios son transformados por su uso. Y, como resultado, se transforma con la misma certeza lo que significa ser humano.” Tecnología no es sólo la máquina, sino que también son “las aptitudes y competencias, el conocimiento y el deseo sin los cuales no puede funcionar”. En la literatura en general y en la obra que analizamos en particular, la tecnología es presentada como un medio para la creación de mundos utópicos y distópicos donde se la puede ver como cultura pero a la vez es parte de estructuras políticas y económicas que la sostienen. Según Silverston “la tecnología puede verse como encantamiento” porque ha sido creada por los seres humanos para controlar los pensamientos y las acciones de otros seres humanos.

Actualmente los aparatos destinados al entretenimiento y la comunicación personal han alcanzado niveles altos de desarrollo y popularidad. Permiten estar entretenidos, informados y comunicados en cualquier momento, con cualquier lugar del mundo y de forma instantánea. La velocidad de los procesos de tratamiento y recepción de la información permiten un cambio en la percepción del tiempo y del espacio. El tiempo es mercantilizado. El deseo, explotado por la publicidad, propicia el consumo de bienes que permiten mantenernos conectados y entretenidos. A cambio de comodidades y diversión cedemos nuestra libertad de acción y de pensamiento y también nuestro dinero, contribuyendo a completar la apropiación de nuestro tiempo, de nuestra vida por parte de las fuerzas del mercado.

En ese mundo feliz existe un método para socializar y moralizar que es el motor del sistema: la hipnopedia. Un método mediante el que se inculcan formas de comportamiento y los conocimientos que es necesario adquirir a fuerza de la repetición de palabras vacías de razonamiento. Una voz proveniente de una radio, que repite en serie esas consignas durante el sueño, transforma la mente del niño y la del adulto en esas sugestiones. “La mente que juzga, que desea, que decide .... formada por esas sugestiones. ¡Y esas sugestiones son nuestras sugestiones!” , explica un científico en la novela. La cultura mediatizada del presente se parece mucho a la del futuro de Huxley, el método parece ser el mismo aunque no necesita hacerlo durante el sueño porque la exposición permanente a las tecnologías del entretenimiento han anestesiado las mentes hasta sumirlas en una especie de somnolencia permanente.

Guy Debord sostiene que el espectáculo no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas mediatizada por imágenes, es decir, una visión del mundo que se ha objetivado. En su libro La sociedad del espectáculo explica: “El espectáculo, comprendido en su totalidad, es a la vez el resultado y el proyecto del modo de producción existente. No es un suplemento al mundo real, su decoración añadida. Es el corazón del irrealismo de la sociedad real. Bajo todas sus formas particulares, información o propaganda, publicidad o consumo directo de diversiones, el espectáculo constituye el modelo presente de la vida socialmente dominante. Es la afirmación omnipresente de la elección ya hecha en la producción y su consumo corolario. Forma y contenido del espectáculo son de modo idéntico la justificación total de las condiciones y de los fines del sistema existente. El espectáculo es también la presencia permanente de esta justificación, como ocupación de la parte principal del tiempo vivido fuera de la producción moderna”.

Según Debord, la forma que elige la sociedad del espectáculo para conformar la realidad es la de los "medios de comunicación de masa”. Las necesidades sociales de la época solo pueden ser satisfechas por su mediación, la administración de la sociedad y todo contacto entre los hombres solo puede ejercerse por intermedio de este poder de comunicación instantánea que es unilateral.

El espectador alienado cuanto más contempla menos vive; cuanto más acepta reconocerse en las imágenes dominantes menos comprende su propia existencia y su propio deseo. La exterioridad del espectáculo respecto del hombre activo se manifiesta en que sus propios gestos ya no son suyos, sino de otro que lo representa. Por eso el espectador no encuentra su lugar en ninguna parte, porque el espectáculo está en todas.

Otro fragmento de la novela muestra como el arte es reemplazado por imágenes vacías de contenido pero que apelan a las sensaciones. "El mundo es estable actualmente. Las personas son felices; ellos obtienen lo que ellas quieren, y ellas no quieren jamás lo que no pueden obtener. (...) Ellas están condicionadas de tal manera que, prácticamente, ellas solo pueden portarse como se debe. Y si por casualidad algo no van bien, tenemos el soma. (..) Tenemos que escoger entre la felicidad y lo que llamábamos antes el gran arte. Hemos sacrificado el gran arte. En su lugar tenemos el Cine Sentido y el órgano de perfumes. (...) Ellos representan para el espectador un montón de sensaciones agradables. (...) Esto exige la habilidad más grande. Fabricamos coches con el mínimo de acero, y obras de arte con casi nada, solo con puras sensaciones."

Estamos inmersos en una cultura mediatizada en la que todo es mercancía. Comprender la lógica del sistema capitalista puede ser útil para eso, para comprenderla, no más. Todo forma parte de ese sistema, incluso los instrumentos mediante los cuales lo estudiamos.

En definitiva somos parte de una cultura mediática, de un modo de relacionarnos y de estructurar nuestras prácticas sociales a partir de los medios. Esto significa que la mediatización de la cultura se vincula con el proceso de producir significados a través de un orden social diseñado a partir de la existencia de tecnologías3. Mundo Feliz de Aldous Huxley es un claro ejemplo, aunque extremo, de mediatización de la cultura.


1 Guy Debord: La sociedad del espectáculo (1967). Trad. revisada por Maldeojo para el Archivo Situacionista (1998).

2 SILVERSTONE, Roger. ¿Por qué estudiar los medios? Amorrortu. Buenos Aires, 2001

viernes, 28 de enero de 2011

Los Simpsons y la literatura

por Silvina Rosignoli

Los Simpson es una serie animada de televisión. De origen estadounidense y temática adulta, Los Simpson fueron creados por Matt Groening, y narra la vida y el día a día de una familia de clase media estadounidense que vive en un pueblo ficticio llamado Springfield. En palabras de Groening, la serie es una sátira y crítica hacia la sociedad estadounidense. Si bien es una comedia para adultos esconde muchos detalles culturales en algunos de sus episodios, ya sean cuadros, esculturas, películas, canciones, cuentos o novelas.
Por ejemplo, en cuanto a la PINTURA, en un especial de Halloween, Bart presenta la serie con numerosos cuadros colgados y en ellos están dibujados retratos de algunos de los miembros de su familia. Estos cuadros están basados en cuadros de verdad: Maggie derretida sujetada por palos (el cuadro verdadero es El sueño dibujado por Dalí); Lisa aparece en una versión caricaturesca del cuadro El grito de Munich; en otro capítulo en el que hay un apagón masivo en la ciudad y el caos se apodera de todo, podemos ver a Otto con el Guernica de Picasso; en el capítulo Tomy y Daly y Marge, aparece el David de Miguel Ángel (además en este capítulo se puede oír una sinfonía de Beethoven); cuando a Homero lo consideran un artista de vanguardia, va a un museo con Marge, empieza a soñar y ve numerosos cuadros, entre los que están La persistencia de la memoria de Dalí, El Hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci y también se hace referencia a Picasso.
En la MÚSICA cuando Bart sabotea un test de inteligencia y piensan que es superdotado, la familia Simpson va a la ópera a ver la representación de Carmen, de Bizet.
En lo que respecta a la LITERATURA: cuando Homero encuentra un libro olvidado que no devolvió a la biblioteca, les lee a Bart y Lisa tres historias. La primera historia es La Ilíada y La Odisea, de Homero; la segunda es Juana de Arco y la tercera y última es Hamlet de Shakespeare. En la primera casa del terror, Lisa lee una historia de terror qu se basaa en un poema de Edgar Allan Poe, El cuervo. En el capítulo "La rival de Lisa" se recrea El corazón delator de Edgar Allan Poe. En otro capítulo Homero se compara con Don Quijote de la Mancha. En otro capítulo Lisa lee un poema y le dice a Homero que es el Poema 20 de Pablo Neruda.
Al terminar cada temporada, se suelen emitir los especiales de Halloween en el que la familia Simpsons sufre aventuras terroríficas y anormales. Están compuestos por tres mini episodios en los que se pone a la familia Simpson en problemas anormales con zombies, extraterrestres, fantasmas, maldiciones, etc. En el enlace que sigue se muestra una representación del cuento La pata de mono de W. W. Jacobs.Noche de Brujas II-Capítulo 7

Muchos jóvenes conocen esas obras a partir de la serie Los Simpson. El escritor argentino Jorge Accame considera que son, como el Homero de los griegos, los transmisores de la cultura modernos. Es necesario que los docentes tengamos en cuenta que a partir de las nuevas tecnologías no es sólo la escuela el lugar de transmisión del conocimiento. La televisión y también internet, es decir las pantallas, son espacios donde los jóvenes forman su capital cultural. Hoy el aprendizaje trasciende el aula. Una parte importante de los saberes circula por los medios de comunicación y las nuevas TICs se constituyen en referentes importantes para conceptualizar el mundo1. Aprovecharlo es un imperativo pedagógico.

La tecnología abre puertas


Las tecnologías de la comunicación abren la puerta al mundo virtual pero también al mundo real. Incluye y permite acceder al conocimiento y al trabajo. Mejora las relaciones interpersonales y posibilita acciones colectivas. Abre los ojos y la mente. El buen uso, el mal uso e incluso el abuso son preferibles a la falta de acceso a la herramienta más importante del siglo XXI.

¿Y ahora , qué hacemos con el Martín Fierro?

Hace unos días, en una reunión de docentes, alguien se preguntó qué hacer con el Martín Fierro en las escuelas "ahora que las netbooks han irrumpido en las aulas". Voy a tratar de responder esa pregunta.
Por un lado no creo que las netbooks estén irrumpiendo en las aulas sino que estoy convencida que en las aulas está entrando una herramienta de trabajo que permitirá democratizar el conocimiento en el sentido más amplio. Es decir, ahora podremos ver la imagen que necesitamos, tener ese documento o el video que mejor ilustra lo que explicamos y nuestros jóvenes podrán mostrarnos y compartir sus conocimientos de múltiples maneras y ya no solo en forma oral o escrita.
Por otro lado considero que el Martín Fierro debe seguir estando en las aulas, ya sea en formato impreso o digital, leído por los alumnos en voz alta o por los docentes; aunque también podría ser que lo escuchemos recitado por Jorge Cafrune aprovechando que lo podemos bajar de You tube en un segundo; aunque también podría ser que miremos un fragmento de algunas de sus versiones cinematográficas; sin dejar de lado la posibilidad de ver el capítulo que José Pablo Feinmann le dedica en su curso de Filosofía donde explica magistralmente el pensamiento de José Hernández; además se me ocurre que lo podríamos cambiar de contexto y ver fragmentos de Los hijos de Fierro, la película que hizo Pino Solanas cuando era popular; o vincularlo con Juan Moreira o escuchar las canciones que folcloristas, rockeros y cumbieros le han dedicado mientras vemos las pinturas de Molina Campos.
Pero más interesante será proponerles, en lugar de la tradicional y conservadora prueba escrita sobre el libro leído, que hagan un video o un power point sobre alguno de los aspectos analizados o sobre uno de los episodios; después podría todo eso publicarse en un blog como este.
En fin, ¿qué hacemos con Martín Fierro, ahora? Tantas cosas podremos hacer que difícilmente alguno permanezca indiferente o excluido. Porque de eso se trata, Martín Fierro es la forma que encontró José Hernández para defender y reivindicar los derechos de sus gauchos, los excluídos de ayer. Las netbooks y la asignación universal son las formas que hoy permiten igualar en derechos, igualar en oportunidades, incluir a los excluidos de hoy. No es suficiente, hay muchas otras cuestiones, pero es un paso adelante para que todos los jóvenes puedan acceder a la información, al conocimiento, a eso a lo que los docentes accedemos y acceden nuestros hijos y todos los que pueden pagarlo. Ahora la tecnología, el conocimiento, la información, estará al alcance de todos en la escuela. Tal vez eso sea lo que muchos temen. O quizás todavía haya quienes piensen en términos de "civilización y barbarie" y consideren imprudente darle a los "bárbaros" algo que no van a valorar. Esos son los mismos que siguen pidiendo "la penitenciaria" para "los vagos y malentretenidos". Aunque se emocionen con los versos de Hernández, encarnan la línea de pensamiento opuesta.
Mas naides se crea ofendido,
pues a niguno incomodo;
y si canto de este modo
por encontrarlo oportuno,
no es para mal de ninguno
sino para bien de todos.

Isaac Asimov. Su visión hacia el futuro.

Entrevista a Daniel Cassany. Leer y escribir en tiempos de Internet.

OTRAS FORMAS DE LEER

Estudio analizó a jóvenes de 65 países:
Chatear y mandar correos electrónicos ayuda a mejorar la habilidad lectora

Informe sobre la prueba PISA, que mide el desempeño estudiantil, reveló que quienes pasan más tiempo frente al computador también son los que obtienen mejor puntaje en el test de la OCDE.

AMALIA TORRES EL MERCURIO-CHILE

Pasar todo el día pegado al computador puede no ser una mala opción si quiere mejorar la lectura.

Según el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, sobre la prueba PISA -que analizó a los alumnos de 15 años de los 65 países donde se aplica este test-, "los estudiantes familiarizados con actividades como leer correo electrónico, chat, lectura de noticias online , diccionarios o enciclopedias en internet, participar en discusiones de grupo en línea o buscar información en la red tienen, en general, mayor habilidad lectora".

Así lo dio a conocer el diario "El País" a través de un artículo que también destaca que las familias de estratos más acomodados y con mayor educación son las que pueden ofrecer con mayor facilidad estas tecnologías.

Según Carlos Araos, docente universitario chileno y doctor en comunicaciones, a muchos adultos les llama la atención que pasar tiempo en internet pueda ayudar a mejorar la lectura, porque "ellos sólo aprecian el libro escrito". "El joven actual está permanentemente leyendo. Me atrevería a decir que lee más que los de antes. Lo que pasa es que su tipo de lectura es distinta: ellos leen para saber cómo instalar un software, por ejemplo, o para comunicarse con sus amigos", dice Araos.

Su forma de enfrentarse a la lectura, agrega, también ha cambiado: "Cuando leen, buscan información en la misma web sobre los datos que no manejan o que le interesan, así se acostumbran a profundizar más en la lectura. Por ejemplo, si leen a Tolkien y les gusta, es probable que busquen en internet más información sobre él. Además, este pensamiento hipertextual los lleva a desarrollar una capacidad analítica".

Los datos de la última prueba Pisa en Chile comprueban esta teoría: los estudiantes más familiarizados con la tecnología logran mejores resultados.

Por ejemplo, quienes cuentan con conexión a internet obtuvieron 474 puntos en la Pisa de Lenguaje. Los que no contaban con este servicio en su hogar tuvieron un promedio de 422.

También se vio que quienes revisaban su email con mayor frecuencia obtenían mejores resultados (462 puntos en Pisa Lenguaje), en comparación con los que lo hacían "nunca o casi nunca" (428 puntos).

La diferencia en la prueba de matemáticas también fue importante: quienes nunca o casi nunca usaban la enciclopedia online tuvieron, en promedio, 386 puntos. Los que realizan esta actividad varias veces al día, en cambio, obtuvieron 52 puntos más.

Socialnomics la revolucion de los medios sociales

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